A programar se aprende programando, sí, pero no es suficiente. A programar se aprender estudiando. A programar se aprende investigando. A programar se aprende resolviendo. A programar se aprende fallando.
No aspiramos a más trabajo, sino a mejor trabajo. No aspiramos a más volumen, sino a mayor trascendencia.
Quienes entienden el desarrollo de productos como únicamente mover tickets en un panel, se exponen a ser sustituidos por otros que cobren menos haciendo lo mismo. O peor, se exponen a ser sustituidos por máquinas e inteligencias artificiales que haga más en menos tiempo. Sin embargo, quienes lo entendemos como un potente medio para resolver problemas, quienes abrazamos la vanguardia y la progresión en el trabajo que hacemos, quienes creemos en el trabajo bien hecho, seremos nosotros quienes construiremos los productos que aun están por aparecer.
Gracias por leer este handbook. Espero de corazón que te haya ayudado.
Inspirado en el ethos de Ada Lovelace, Steve Jobs y pensadores contemporáneos como Linda Liukas, quienes nos recuerdan que la tecnología, en su mejor expresión, es profundamente humana.